Después de la derrota de Maximiliano, Juárez comenzó a reorganizar el gobierno de acuerdo con la Constitución de 1857 y las leyes de Reforma, para 1867 se llamó a elecciones. Con el partido conservador fuera, la presidencia estaría entre los liberales: Juárez, Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. Tras las elecciones, ninguno tuvo la mayoría de los votos, por lo que el Congreso decidió elegir a Benito Juárez para el periodo de 1867-1871.
Gobierno de Benito Juárez
Una vez reinstalado el gobierno de Juárez, tuvo que enfrentar la oposición a su iniciativa de reformar la Constitución del 57, al igual que el bandolerismo que estaba en todo el país y las ambiciones políticas de los militares que habían defendido a la República. Esta lucha por el poder llevó al presidente a reafirmar que el carácter de su gobierno sería de corte civil, por lo que decidió reducir el ejército restándoles poder, al tiempo que se reducía el gasto público.
En la economía adoptó políticas financieras que permitieran mejorar el aprovechamiento de los recursos públicos, por lo que aplicó un control del comercio interno y externo, impulsó la empresa privada e inició la construcción de nuevas vías de comunicación. Tuvo como objetivo atraer el capital extranjero para poder fomentar la agricultura, incorporar la revolución industrial y, sobre todo, convertir a México en un puente comercial pero no tuvo los resultados esperados.
Otro proyecto fue el impulso de la pequeña propiedad agrícola, a partir del fraccionamiento de latifundios y la desamortización de las tierras del clero. El gobierno se proponía entregar a cada campesino un rancho en el que trabajara la tierra y criara ganado, pero la resistencia de la población dejada por el sistema paternalista hizo que no se concretará.
Dentro del orden cultural, Juárez creó un gran sistema educativo basado en el positivismo, buscando alcanzar el desarrollo científico de los países industrializados; por lo que decretó que la educación debía ser obligatoria y gratuita, así que creó la Escuela Nacional Preparatoria, organizada por Gabino Barreda, la Academia de Ciencias y Literatura, la Escuela Nacional de Ingenieros y la Biblioteca Nacional de México. A la vez, se consideró fomentar el nacionalismo a través de la educación con el propósito de alcanzar la unificación cultural.
Por último, se tomó como modelo a países extranjeros, principalmente Estados Unidos, sin analizar el contexto de ellos y el mexicano para intentar la transformación de México.
Para 1871, Juárez se postuló una vez más a la presidencia compitiendo de nuevo con Lerdo de Tejada presidente de la Suprema Corte de Justicia y el militar Díaz. Para esas elecciones, lo único que era seguro, era que Juárez no estaba dispuesto a dejar el poder.
Así que tanto Lerdo de Tejada como Díaz empezaban una dura campaña, previniendo que Juárez podría manipular las elecciones y triunfaría con fraude. Finalmente fue así, algunos grupos porfiristas se sublevaron en Tampico y Monterrey en contra de los resultados, pero pronto fueron controlados por los juaristas.
Una vez más, fue Benito Juárez, fue electo presidente para el periodo 1871 a 1875. Pocos días después, Porfirio Díaz proclamó el Plan de la Noria, rechazando la presidencia y proponiendo reformas políticas y sociales, desgraciadamente este plan no tuvo éxito.
Se produjeron otras rebeliones, pero casi todas sometidas por el gobierno, estas rebeliones dejaron de tener sentido cuando en 1872 Juárez muere repentinamente de causas naturales; gracias a ello y como presidente de la Suprema Corte de Justicia, le correspondía a Sebastián Lerdo de Tejada desempañar de manera interina el poder ejecutivo.
Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada
Lerdo de Tejada, al igual que Juárez, se preocupó por pacificar al país y con tal propósito publicó una amnistía a las personas que estuvieron en algún momento contra el gobierno.
Una de las medidas más trascendentes fue la aceptación de la creación de un senado de la República, el cual se estableció para moderar a la Cámara de Diputados, reformando la Constitución.
En el aspecto legislativo, creó leyes anticlericales donde se decretó la prohibición de manifestaciones religiosas fuera de los templos, la expulsión de las hermanas de la caridad y apoyo el protestantismo, buscando restarle poder a la iglesia católica.
En la economía, organizó un sistema fiscal que permitió pagar los impuestos, normalizando la contabilidad y logró un orden hacendario, esto permitió dar comienzo a la infraestructura del país, como la red ferroviaria y el termino de la vía férrea de México a Veracruz en 1873.
En el ámbito social, se esmeró por llevar cultura a todos los sectores y extender los beneficios de la educación a las mujeres, por lo que creó la escuela mixta.
Conforme se acercaban las elecciones presidenciales, Lerdo decidió renovar el Congreso para poder reelegirse, sin embargo, sus adversarios habían aumentado e incluían políticos de renombre, que veían en Porfirio Díaz, un líder idóneo. Pero como era de esperarse Tejada fue electo por fraude, por lo que Diaz y Vicente Riva Palacio proclamaron el Plan de Tuxtepec, donde acusan a Lerdo de Tejada de violar las leyes de la constitución del 57, desconociendo su gobierno. Tal documento llevo a la revolución donde Porfirio Díaz ganó y se estableció como Ejecutivo el 23 de noviembre de 1876.
Iniciando un nuevo periodo conocido como el Porfiriato.
Bibliografía
- República Restaurada – La restauración de la república, recuperado de: